En el mercado actual existe una oferta tan grande de puntas de caza especializadas que la elección de aquella correcta para la tarea a desarrollar se torna difícil y confusa. Por Daniel Stilmann.
Fotografía: Barnes X, la punta por la cual se juzga a las demás en el mercado actual.
En el presente las puntas de caza se comercializan bajo diferentes calificativos otorgados a las mismas con la intención de captar la atención del cazador e ilustrarlo sobre las bondades de la misma en forma simultánea. El uso de términos como punta expansiva, hi shock, triple shock, de expansión violenta, de expansión controlada, penetración asegurada, perforante, con retención del 99% del peso y una miríada más de términos descriptivos, son de uso común, y todos ellos sinceros, ya que en el mercado actual el engaño está mal visto.
Entonces, sí el aviso es sincero y el proyectil cumple con lo prometido, ¿dónde radica el problema?
Por un lado en el hecho de que sí bien se anuncian los beneficios y virtudes de estas maravillas tecnológicas, lo que el fabricante omite de mencionar es el lado negativo de las mismas, ocultando el inevitable otro lado de la moneda. Esto, sumado al poco conocimiento del que por lo general hacemos gala los cazadores hace que la elección entre puntas de caza de tipo Premium se torne en una tarea difícil, que en más de una vez acaba en desastre, a pesar de la inversión realizada y de las buenas intenciones de fabricantes y cazadores.
La selección de los proyectiles puede basarse en el tipo de presa, las características del terreno donde se desarrollará la cacería, y por último de la distancia de disparo.
Fotografía: Las mejores puntas de dos componentes, plomo y cobre, capaces de otorgar una penetración y expansión controlada. Por su extrema simpleza y desempeño, la Norma no debería estar en el grupo, ya que no está a la altura de las circunstancias de las otras cinco y representa una tecnología totalmente superada. Las puntas Hornady (1era), Nosler (3era) y Swift Sirocco (6taq) presentan engrosamientos en la camisa destinados a frenar la expansión, mientras que para las Speer (4ta) y Swift A Frame (5ta), el mecanismo que frena la expansión es el núcleo sólido de la base.
Las presas se dividen en animales de piel gruesa peligrosos, piel fina peligrosos y simplemente de piel fina, mientras que los terrenos pueden ser abiertos, como las praderas, o cerrados, como los bosques y pastizales, donde la visión está severamente limitada.
Es sobre ésta información, la cual también es tomada como punto de partida por los fabricantes, que haremos nuestra elección.
Antes de entrar en detalles es que profundicemos en un concepto general más: penetración versus expansión, que es el tema central y título de ésta artículo.
Éste concepto dice que cuanto mayor sea la expansión de un proyectil, menor será la penetración en el seno de los tejidos, lo cual es lógico, ya que la penetración depende de que el proyectil presente la menor sección frontal para poder avanzar. Cuanto más expanda la nariz de la punta, mayor resistencia opondrán los tejidos a su paso. Y una de las condiciones necesarias para producir una muerte rápida e indolora es que el proyectil alcance los órganos vitales, alojados en el interior de la cavidad torácica o dentro de la caja craneal, y por lo tanto muy bien resguardados.
Es para lograr esta penetración necesaria que los proyectiles se revisten con gruesas camisas o se fabrican enteramente en un solo metal duro que impide su deformación ante el choque con huesos o con grandes masas musculares.
Lamentablemente para el cazador, una muerte rápida y limpia depende de un segundo factor; una expansión violenta (a una profundidad determinada)
A todas luces el deceso de la presa depende entonces de dos factores que se contraponen entre sí, expansión y penetración.
Éste dilema, verdadera pesadilla de la ingeniería balística, ha dado lugar por parte del hombre a innumerables intentos tendiente a solucionarlo. Las famosas combinaciones de alto peso/baja velocidad, y viceversa, empleando materiales con diferentes densidades y grados de dureza dieron origen a dos escuelas de pensamiento que estuvieron enemistadas durante años. Afortunadamente hoy podemos decir que gracias a los avances en materia de balística terminal logrados en los últimos 20 años la controversia ha cesado. O así debería ser.
Fotografía: Secuencia de la expansión que sufre un proyectil de tipo Premium cuanto mayor sea la velocidad al momento del impacto y por ende su penetración. A mayor velocidad mayor penetración y mayor expansión.
En un intento por lograr el conocimiento necesario para poder realizar una elección educada al momento de escoger proyectiles veamos cual es la lógica tras la nueva línea de pensamiento de los fabricantes. Creo que los mismos han sistematizado el problema de la siguiente manera.
La caza mayor actual puede dividirse en cacerías de animales peligrosos de piel gruesa y aquella del resto de las presas, peligrosos o no y de piel fina. La otra gran división que hacen es el tipo de terreno y la distancia de disparo.
Para los cuatro animales peligrosos de piel gruesa (elefante, rinoceronte, hipopótamo y búfalo) la indicación es aceptada por los profesionales en forma unánime, precisa y concisa, además de no admitir pero y quizás: emplee los proyectiles sólidos de la mejor calidad que le sea posible adquirir. Simplemente en ello le va la vida.
Para el resto de los animales, que se reducen peligrosos de piel fina y alimañas, se emplearán puntas expansivas de diferente grado de dureza: de expansión violenta y de expansión controlada.
Fotografía: Nosler Match (punta hueca) y Nosler Varminter (punta con polycarbonato). Nótese que ambas presentan camisas de espesores uniformes y delgadas. La primera está diseñada para vencer a lo sumo la resistencia del papel del blanco, mientras que la segunda, con su iniciador de expansión y sus delgadas paredes está diseñada para estallar al impacto (expansión violenta).
Le daré primero las funciones de cada una de ellas para luego entrar en los detalles y explicaciones correspondientes.
Las puntas de expansión violenta o "más blandas" se emplean en animales de piel fina, en disparos a lo sumo realizados sobre superficies blandas como la parrilla costal (rogando de no llevarse por delante una costilla dura), a cortas distancias sí son animales muy pequeños como roedores o zorros, o distancias intermedias (150 metros en más) o largas (hasta 350 metros)si son del tamaño de los cérvidos.
Estas puntas empleadas en estas condiciones producen una muerte fulminante, y por fulminante se entiende aquella en la cual se desploma sobre sí mismo sin dar un paso más.
El lado oscuro de estas maravillas tecnológicas es que en caso de fallar por mal emplazamiento del disparo no llegan a perforar a la presa, y por lo tanto no dejan un rastro visible para rastrear. Por lo tanto su uso en lugares con vegetación que impida la visualización del animal su uso está desaconsejado.
Por lo tanto puede decirse que son ideales para emplear durante el rececho en disparos largos sobre animales no peligrosos de piel fina, siempre y cuando el disparo sea sobre una presa tranquila que nos presenta el tórax en ángulo recto con respecto a nuestra posición y de que logremos "colar" al proyectil justo entre dos costillas. Fuera de estas condiciones estas puntas de alta volatilidad son para problemas.
Pasemos ahora a las "puntas de expansión controlada,
y entre las cuales se encuentra un conjunto formado por aquellas que poseen un núcleo revestido por una camisa dura, y un segundo grupo con un solo ejemplar: las puntas expansivas sólidas o Barnes X.
Fotografía: Swift A Frame expandida más allá del tercio inferior del proyectil. Se dice que una buena expansión es aquella que se detiene en la unión del tercio anterior con el tercio medio y que en diámetro no supera los dos calibres.
Antes de continuar voy a mencionar algo a título personal, y que por lo tanto no espero todos concuerden conmigo. Creo que las puntas Barnes X son en términos generales lo mejor que ofrece el mercado actual para emplear sobre animales peligrosos o no de piel fina. Es más, su empleo permite "escalar" un calibre al cartucho con la cual se la emplea. Por el aumento en la velocidad que permiten (al poder emplearse proyectiles de menor peso con igual penetración) y por su letalidad (expansión seguida de perforación de la presa), el efecto de un .30-06 con puntas Barnes X de 165 grains puede considerarse similar al de un .300 Winchester Magnum con una punta de 180 grains de menor calidad, lo cual implica ventajas y beneficios obvios.
Estas puntas, a las cuales se les pueden sumar las Fail Safe, las Nosler Partition y las Swift A Frame, presentan el siguiente mecanismo de acción y ventajas.
Salvo la Barnes X, que es sólida, las tres puntas restantes presentan un núcleo de plomo soldado a una camisa de espesor variable. Ésta camisa presenta engrosamiento o anillos insertados a fin de impedir que la deformación por expansión que se inicia en la punta del proyectil se transmita a todo lo largo del mismo. Esto se hace a fin de reducir la expansión a no más de un tercio del largo total del proyectil y a lo sumo permitirle que alcance un radio que no supere en más de dos veces al diámetro original del proyectil. Recuerde que una expansión desmedida atenta contra una buena penetración.
Por otro lado, una porción que se mantenga sin expandirse equivalente a los dos tercios del largo total del proyectil favorece una penetración en línea recta, evitando los "resbalones" laterales de las puntas que pierden peso por expansión excesiva.
La ventaja de esta expansión controlada es que asegura una penetración adecuada a los órganos vitales como corazón y pulmones,
aún en disparos en los cuales es necesario atravesar a la presa de atrás hacia adelante, rompiendo a su paso huesos duros como los de la cadera, y luego de atravesar todo el abdomen, cuyo contenido representa un poderoso freno al avance de cualquier proyectil, excepto de los mejores construidos.
Fotografía: Detalles de construcción de una punta Hornady. Nótese los anillos de contención que presenta la camisa en su tercio anterior.
La expansión en estos proyectiles raramente alcanza a los diámetros, y la retención de peso en los mismos se acerca al 85 o 90%, siendo por su construcción la Barnes X la más resistente de las cuatro, con mayor retención de peso y penetración.
Las cuatro poseen además una virtud: son capaces de expandir a casi cualquier distancia y velocidad en forma proporcional. Esto es a mayor velocidad (o menor distancia)sufrirán una mayor expansión, pero jamás sufrirán la separación de la camisa con respecto al núcleo o se fragmentarán con una pérdida de peso superior al 20% de su peso original.
El empleo de estas puntas está recomendado sobre cualquier tipo de animal, excepto los peligrosos de piel gruesa, tanto en lugares abiertos como cerrados, a cualquier distancia y desde cualquier ángulo de incidencia.
El lado negativo de éste tipo de munición es que por su escasa expansión raramente producirán la muerte en forma instantánea, lo cual le permite a un animal, aún con un disparo bien emplazado, iniciar una corta carrera de a lo sumo entre 100 y 200 metros antes de desplomarse. Esto por supuesto da lugar a tener que rastrear, pero afortunadamente, y debido a que por lo general perforan a la presa, el rastro es visible y fácil de seguir.
No cabe duda de que ambos tipo de puntas deportivas son muy eficientes, siempre y cuando se las emplee cuando y para lo que fueron diseñadas.
Fotografía: detalles de construcción de la Nosler Accubond. La misma no presenta los clásicos anillos de contención sino un engrosamiento sustancial de la pared del tercio inferior. Lamentablemente, bajo condiciones extremas, esto puede dar lugar a la separación entre el núcleo y la camisa.
El principal contratiempo de los fabricantes de puntas de caza no es ya el desempeño de las mismas, ya que éste puede considerarse más que correcto. El problema se origina cuando el cazador, dada la enorme y confusa oferta existente escoge la punta inadecuada para la tarea que intenta llevar adelante.
Las situaciones más comunes son las siguientes. El cazador impresionado por la actuación de una punta diseñada para ser empleada en control de alimañas a altísimas velocidades (camisa endeble, iniciador de expansión de plástico, núcleo no soldado a la camisa y sin antimonio para endurecerlo) decide aplicarla a la caza de animales de mayor tamaño y resistencia, como los pequeños cérvidos, con resultados lamentables.
En éste caso la punta se desintegra rápidamente al contacto con la piel, sin necesidad de chocar contra ningún hueso. La herida resultante es amplia pero superficial, capaz de producir la muerte días y kilómetros después.
En éste mismo grupo de fallos estructurales de la punta (por error del cazador) se puede agregar los incidentes que se originan al emplear puntas de caza expansivas diseñadas para "abrir" a velocidades más bajas que a las que son lanzadas. El ejemplo está dado por el uso de puntas del tipo factory No-Premium en cartuchos magnum cuando los disparos son tomados a menos de 100 metros, donde la velocidad del proyectil es demasiado alta como para resistir al impacto. El efecto es nuevamente una herida superficial no invalidante.
El caso opuesto, aunque no tan grave, está representado por el empleo de puntas "duras" que terminan perforando al animal, pero que por el reducido tamaño del túnel de herida, y por que terminan entregando una gran parte de su energía cinética contra algún objeto extraño por fuera y detrás de la presa, producen la muerte después de un breve lapso de tiempo, el cual la presa emplea para huir obligando al cazador al rastreo.
De cualquier manera ésta segunda situación, una presa herida que tarda algunos segundos en perecer, es siempre preferible a la primera, dónde sí la presa perece lo hace días después, tras una agonía indigna.
Dadas las posibilidades, y teniendo que escoger una punta para todo uso entre todas las existentes, hay una que sobresale entre las demás.
Las puntas expansivas monovalentes (sólidas, de un solo metal) como las Barnes X presentan tantas ventajas sobre las demás que las hace merecedoras de la elección.
Fotografía: Comparación entre los resultados de diferentes puntas compuestas (plomo + cobre) y las puntas monometal como la Barnes.
Por poseer el cobre un peso específico menor que el del plomo estas puntas resultan más largas que las clásicas de plomo y cobre o plomo solamente. Ésta mayor longitud hace que el proyectil presente un mejor coeficiente balístico, lo cual mejora su aerodinámica, haciéndolo más estable y preciso, permitiéndole conservar una mayor energía, prolongando de ésta manera su alcance efectivo y penetración terminal.
Por ser el cobre menos maleable y más duro que el plomo, la posibilidad de perder parte del peso original por fractura (lo cual ocurre con todas las puntas de plomo y cobre, soldadas o no), es mucho menor o nula. Y un mayor peso al impacto representa una mayor penetración, fundamental en esos disparos largos sobre animales duros, y que encima no presentan un blanco ideal por su posición.
Además una menor expansión dada la dureza del cobre presenta otra ventaja adicional: mantener el rumbo dentro de los tejidos en una línea recta, o sea siguiendo el curso que el cazador intentó darle. Esto se debe a que por presentar un menor diámetro frontal, la posibilidad de "patinar" lateralmente frente a un tejido más duro se reduce notablemente.
Entre los aspectos negativos de estas puntas, se mencionó el posible "encobramiento" que sufrirían los cañones por depósitos con éste material. En la práctica, los depósitos de cobre que se forman no superan a aquellos que dejan los proyectiles de núcleo de plomo recubiertos por una camisa de cobre como lo demuestran las pruebas de precisión con unas y otras.
Lo que sí es cierto, es que al momento de perforar piel, músculos, huesos y malas intenciones, no tienen rival, y esto en ciertas ocasiones puede obligarnos a tener que rastrear unos pocos metros más. Después de todo nadie es perfecto, y sí el cazador cumple con su parte del trabajo, esto es emplazando el disparo dónde debe, la diferencia ni se notará.