De todo el año, Septiembre a Enero (en el hemisferio Norte) son los meses que los cazadores de rececho más anhelan. Septiembre significa berrea, sinónimo de cacería menos complicada, ya que con sus vocalizaciones estos animales nos ayudan en su localización. Sí bien esto no significa exactamente venado en la bolsa, al menos ayuda para saber por donde comenzar.
Claro está que esto de los duelos vocales funciona bien cuando los venados se deciden a cantar, lo cual no siempre ocurre, particularmente en la post berrea, cuando aún se puede cazar pero resulta mucho más difícil por esa ausencia de sonidos. Es entonces que uno debe embarcarse en una larga búsqueda, la cual es mejor iniciar con algún plan en mente y un rumbo claro. La cuestión es por donde iniciar la misma para no terminar caminando sin ton ni son y con las manos vacías.
Antes de largarse a buscar tenga presente lo siguiente. Los animales son seres absolutamente prácticos; no hacen nada si no es por un motivo claro y muy justificado, ¡y tienen horarios para ello! No desperdician calorías vitales haciendo turismo o saliendo a visitar parientes. Lo que significa que existen lugares donde es seguro hallarlos. El problema es saber de antemano donde están ubicados esos puntos estratégicos.
¿Cuales son estos motivos capaces de movilizar o atraer a una manada hacia una región determinada? Comer, beber, descansar o reproducirse. Con esto en mente está listo para dar su primer paso, el cual consiste en ubicarse en tiempo y espacio, algo sencillo, rápido y que nos cuesta muy poco esfuerzo personal. Además, sí uno sabe donde paran los venados, y dentro de que horarios, es más simple armar un plan con alguna posibilidad de éxito. Pero vamos de a poco.
Suponiendo que se encuentra en una zona desconocida, simplemente comience tomando en consideración la hora del día y el terreno que puede abarcar con su vista. Sí le es factible localice bosques (reparo), praderas (alimento) y cursos de agua (bebida) y estará en carrera. Esos puntos de referencia y la hora son más que suficientes como punto de partida.
Ahora necesita un plan de acción. En los extremos del día cace alrededor de los campos de pastoreo hasta dos horas después de la salida del sol y desde unas dos horas antes de la puesta del mismo. El resto del día cace dentro del bosque. Mientras se encuentre buscando a su presa en las praderas manténgase en el límite con el bosque, siempre por dentro del mismo, amparándose en su sombra. No exponga su figura al sol ni permita que se recorte contra el cielo.
Entre las diez de la mañana y las tres de la tarde manténgase cazando dentro del bosque, caminando despacio, con el viento en contra o soplando desde un costado, buscando con los prismáticos animales recostados a ras de tierra rumiando la ración, o de pie en los claros del mismo que presenten algún tipo de forraje.
Esto que acaba de leer es una regla general aparentemente simple de seguir, y lo es, pero tiene sus bemoles. Para comenzar los bosques y praderas suelen ser extensos, por lo que los lugares para buscar dentro de ellos resultan infinitos.
Debido a esto resulta necesario achicar la superficie a recorrer concentrándose en zonas potencialmente más prometedoras que deben de estar previamente seleccionadas, tarea que en la actualidad podemos hacer antes de pisar el lugar y desde nuestro estudio, sobrevolando virtualmente la zona mediante el uso del Google Earth (gratuito) Le aseguro que entrar a un laberinto con un plano del mismo en la mano simplifica enormemente el juego.
Coloque en el buscador que aparece en la pantalla el nombre de la zona que desea ver, la provincia y el país, y luego oprima la tecla de entrada. El programa lo llevará directamente al lugar y le permitirá ver nítidamente desde el espacio desde no menos de quinientos metros de altura cualquier zona de caza del mundo. Colocando el cursor sobre el área deseada aparece automáticamente en la pantalla la localización geográfica exacta en grados, minutos y segundos y la altura sobre el nivel del mar del lugar. Como veremos, ambos detalles resultan de una utilidad vital.
Es más, una vez en el campo uno puede introducir las coordenadas de uno o más puntos de interés en un GPS y comenzar a navegar con el mismo sin titubeos, lo cual representa otra ayuda invalorable.
El otro dato que aporta, la altura sobre el nivel del mar, es más valioso aún. No solo nos indica el grado de dificultad del terreno a recorrer; nos permite saber de antemano cuales serán los puntos más bajos del mismo, que son los de cruce, además de ser los de mayor reparo y donde se acumula el agua, lo que significa que es allí donde los venados tienen más probabilidades de encontrar buenas pasturas y refugio contra las inclemencias del tiempo, y que es donde berrean, pues allí viven las hembras y sus crías.
Empleando el cursor y buscando visualmente los puntos más declives uno puede hallar las posibles vías de entrada y salida al lugar de manera de no gastar preciosas calorías y tiempo en movimientos inútiles, así como predecir las rutas de los venados desde sus dormideros hasta los campos de pastoreo y de retorno a sus posibles refugios. No olvide que las zonas más bajas de cualquier territorio ofrecen las rutas más protegidas a ojos indiscretos, y los venados lo saben. Incluso en ocasiones hasta es factible distinguir senderos de animales, que por diferencia de colores en la fotografía aérea son muy visibles (se ven como líneas irregulares muy finas y más claras que el entorno)
Las praderas suelen ser de un color verde más brillante que el de los bosques, lo cual ayuda a identificarlas. Pero los bosques no se presentan de una sola tonalidad, y gracias a las diferencias de intensidad, y de forma, es posible distinguir entre un árbol de hojas perennes, como una conífera que solo sirve de reparo, la cual se ve desde arriba como un círculo de color verde oscuro, de otro de hojas caducas, como un nogal, de formas irregulares y hojas más claras, o simplemente opaco durante el otoño e invierno, y que es una buena fuente de alimentación. Y sí uno sabe dónde está localizada esa fuente sabe donde hay buenas posibilidades de que los animales estén comiendo durante las horas de luz. Bastará con memorizar o tomar nota de la localización exacta para luego ubicar el lugar con el GPS (sí es necesario)
Otra cosa que es posible deducir en Google es sí la forestación es natural o artificial (rectilínea) Estas últimas son por lo general de coníferas, las cuales no brindan ningún tipo de alimento a los cérvidos y sólo sirven como reparo en condiciones climáticas muy adversas, como nevadas intensas. En esos casos, y dada la gran protección contra el frío que otorgan estas plantas, además de presentar un piso seco y caliente al estar recubierto por las hojas de pino, ese es el lugar donde se deberá buscar a estos animales.
Pero en cuanto a árboles eso no es toda la información que podemos obtener. Hay más. Por ejemplo las plantaciones de frutales, que desde el aire se distinguen por la simetría de las largas líneas de estos árboles, que presentan copas bastante parejas y redondas (por las podas) Particularmente las plantaciones de manzana atraen a los cérvidos, aunque un solo árbol aislado (proveniente de fincas abandonadas) surte el mismo efecto.
Por el color de las praderas también es posible de determinar que hay en ellas, o diferenciarlas de un campo de cultivo por las formas geométricas de éste último. Y que yo sepa, no hay venado que se resista a un buen maizal o un campo de patatas (entre otras cosas) ¿Y eso que se ve allí, como una línea ondulante que sale del bosque y llega hasta la misma vera del sembradío, no es una senda? Por que sí así fuera ¡que lugar acaba de encontrar para apostarse a esperar la salida o la entrada de los animales al comedero en los extremos del día!
En zonas secas busque los espejos o cursos de agua, y desde el lugar donde supone pastorean de encontrar el camino más sencillo y corto hasta ellas. Ese es el que seguirán los animales para ir a abrevar, que no es más que otro buen lugar donde buscar o apostarse.
Y ya que estamos hablando de agua, la misma se ve claramente en las fotografías del Google, siempre y cuando sean grandes masas como lagos o ríos muy anchos. Pero los más angostos y los arroyos se reconocen indirectamente. Por lo general no muestran agua, pero a lo largo de sus orillas se ve claramente que la vegetación es más verde y que hay árboles contorneándolas.
Recuerde que sí bien la presencia de agua es una ayuda para localizar a las presas en lugares planos, en las cordilleras esas masa líquidas puede representar un impedimento para el desplazamiento del cazador, amen de que en esos terrenos lo que sobra es agua, o sea que es inútil montar una espera a su alrededor. Uno puede encontrarse con un arroyo de no más de diez metros de ancho pero imposible de vadear por su caudal y profundidad. ¿Cómo se emplea Google para encontrar el paso?
Siga el obstáculo hasta su parte más ancha. Exactamente allí es donde los cauces se tornan menos profundos, ya que al no estar encajonados el agua ejerce menos presión y horada menos el suelo. Ese es su lugar para intentar el vadeo con seguridad y sin necesidad de mojarnos hasta el cuello, y con un poco de suerte hasta puede que haya un puente.
La forma de obtener el máximo provecho de ésta herramienta es familiarizándose con la misma mediante el uso continuo. Para comenzar localice y observe lugares de caza que ya conozca de manera de hacer más sencillo el proceso de identificación, aunque como el material son fotografías realmente no es tan difícil obtener buenos resultados de entrada.
Familiarícese con la barra de herramientas. Emplee la regla provista en ella para medir con exactitud distancias a recorrer, de tiro, etc. Calcule alturas y detecte posibles obstáculos a salvar. Trate de imaginar la dirección de los vientos prevalentes en la zona y de acuerdo a ellos las posibles vías de acercamiento. En fin, el programa da para horas de entretenimiento y brinda una cantidad de información útil muy importante. No lo desaproveche; lo agradecerá cuando está cazando y tenga en su mente una imagen clara del lugar que le permita saber por donde comenzar a buscar dentro de ese laberinto absolutamente desconocido para Ud.