TITANIUM. EL RIFLE DE TITANIO DE SATTERLEE ARMS.

La búsqueda de armas más livianas para la caza de rececho continúa a pasos agigantados, habiéndose alcanzado la mágica marca de los dos kilos. Texto y Fotografías por Daniel Stilmann.

Fotografía. Primer arma con una acción totalmente construida en Titanio replicando una acción Máuser 1909.

Realmente, como título para un artículo sobre un arma moderna, no es de lo más original, y tampoco suena a buenos augurios. Sí uno le cambia las dos últimas letras por una C se obtiene la palabra Titanic, con toda la trágica implicancia que la misma acarrea, aunque es de esperar que éste no sea el caso, y que éste arma sobreviva mucho más allá de su viaje inaugural, del cual nuestro país fue su puerto de arribo.

No, Titanium es sólo el nombre del material en el cual está construida éste rifle de caza de alta precisión, y por lo que sé el arma presentada en ésta nota es una de las primeras de una partida de 10 fabricadas cuya acción está totalmente construida partiendo de tres sólidos trozos de ese material: uno para el cerrojo, otro para el cajón de mecanismos y un tercero para el almacén y guardamonte.

Las pocas partes metálicas restantes del arma son de acero inoxidable. Lamentablemente hasta el día de hoy nadie ha logrado fabricar un cañón en Titanio que dispare con una precisión razonable, motivo por el cual éste, el gatillo y las anillas de la mira fueron realizadas en acero inoxidable de la más alta calidad.

LA HISTORIA.

¿Pero cómo y porqué vino a parar a estas lejanas latitudes una joya tan exótica?

Fotografía. Las tres modificaciones realizadas en la acción vistas desde arriba: la nuez del cerrojo, el seguro y las bases de las anillas talladas sobre el puente posterior de la acción.

La historia es larga, y todos sus personajes son figuras reconocidas dentro del negocio de las armas deportivas, lo que la hace interesante de ser contada. Pero veamos primero los motivos que han llevado a estos hombres a la construcción del arma, proyecto que no ha sido ni simple ni barato.

Los cartuchos short mágnum invadieron el mercado mundial a mediados de 1990 con la excusa de reducir el peso las armas de caza. Paradójicamente no lograron su cometido, esa tan anhelada disminución de la tara, aunque no por ello dejaron de convertirse en un éxito comercial de resonancia.

La razón para ello no fue su practicidad o las ventajas que brindaban, sino algo más mundano y sencillo: la gran disponibilidad de dinero de los cazadores y amantes de las armas americanos, que constituye el mercado más grande del mundo. Los europeos, que hoy en día siguen muy de cerca los pasos de sus parientes del otro lado del charco, también contribuyeron con sus preciados euros al éxito, pero hay que reconocer que en ambas riveras del océano estos nuevos cartuchos, gordos y cortos, no brindaron nada que no hicieran sus antecesores, los simples mágnum, o en ocasiones hasta los más arcaicos cartuchos standard, salvo una columna de pólvora más corta y concisa que brinda un quemado más parejo de la misma. En resumen un gasto de miles de dólares para quemar el 98% de la pólvora del cartucho en lugar de hacer combustión del 94% habitual. Realmente es difícil de verle la ganancia al asunto.

La única reducción visible que otorgan las armas recamaradas para estos cartuchos es un marcado descenso en el estado patrimonial de los compradores, pero esos rifles ni pesan mucho menos que sus parientes, ni sus proyectiles llegan más lejos o matan más rápido que la mayoría de los cartuchos previamente existentes.

Por lo tanto, y a pesar del éxito comercial, hacia fines del 2003 el viejo deseo de reducir el tonelaje de las armas de hombro dedicadas al cazador de rececho de montaña y planicie continuaba inalcanzado, al menos para una serie de pioneros en la industria.

LOS CONSTRUCTORES.

Antes de entrar en detalles, y para hacer la narración más amena creo necesario presentar a los actores y el papel que les corresponde a cada uno en ésta historia.

Fotografía. El "gaucho" Dillon con su guitarra posando en La Pampa la tarde antes de salir de cacería.

Ed Dillon, de San Francisco, es el presidente de NECO. Ésta compañía es conocida entre diferentes sectores del público mundial por dos diferentes motivos. El primero de ellos es por haber desarrollado y patentado el sistema de recubrimiento con disulfuro de molibedno para balas que emplea Norma, Black Hills Ammunition, Sierra, Barnes, y otras tantas.

El segundo motivo por el cual NECO es conocido es por proveer el programa de balística interna y externa más extenso del mundo que emplean los que se dedican a la recarga y tiro de competición, agencias gubernamentales como la CIA, FBI o el USMC, fábricas de pólvora como Remington, Alliant, Reloader, Achúrate, Norma, Rottweil, RWS y Dynamite Nobel, y fabricantes de puntas deportivas y rifles de caza como Barnes, Nosler, Sierra (a pesar de que poseen su propio programa de balística), Hornady, Speer, Federal, Norma y Dakota Arms.

Sin embargo lo que unió a Dillon al grupo responsable por la fabricación de estos rifles "ultralivianos" fue su habilidad como fabricante de culatas finas, las cuales realiza a mano y como un hobbie.

Ron Schneider, de New York y el segundo del grupo, es un contratista que trabaja para Remington y Beretta, empresas para las cuales fabrica acciones para sus armas, todas maquinadas por el sistema de Control Numérico Computarizado. Él fue el tornero que construyó la acción.

El último componente del trío es Stuart Satterlee, un fabricante de rifles de calidad, que en el pasado trabajó con Schneider y que ahora se movió a South Dakota desde donde comercializa el rifle terminado.

EL PROYECTO.

Estos tres hombres deseaban fabricar un rifle de caza más liviano que los actuales, por lo que decidieron retomar el proyecto donde los que crearon los cartuchos Short Mágnum habían abandonado la carrera.

Fotografía. Vista de la cara inferior del cerrojo. Nótese la similitud con un cerrojo 1909, que sirvió de modelo. Pero las similitudes terminan justo allí. El peso del clon es menor a un tercio del original.

Cómo estos Short Magnum no podían reducirse más aún en su longitud, poniendo así punto final a lo que podía acortarse una acción, el único camino abierto que les quedaba a estos tres experimentadores para reducir el peso del arma era el de recortar la tara de la acción cambiando el material empleado en su construcción, y para ello escogieron al Titanium (Titanio) por su enorme resistencia y escaso peso.

Partiendo de un eje axil imaginario que alinea en forma perfecta el eje del cerrojo con el eje de la rosca del cañón y el eje del cañón, se cargaron los datos en el CNC para replicar con casi total exactitud lo que ellos consideran por su diseño una de las mejores acciones del mundo: la Mauser 1909.

A partir de ese eje virtual se calcularon todos los cortes que lleva la acción, en particular los de aquellas superficies que sirven de soporte o contacto con la madera, que deben estar en 90 grados exactos con respecto al eje de desplazamiento del proyectil.

De ésta manera se obtuvo un tubo imaginario perfectamente alineado entre sí formado por la cara anterior del cerrojo, el orificio de la rosca del cañón y el ánima del cañón, tubo dentro del cual un proyectil podía desplazarse sin sufrir cambios de dirección por falta de un eje axil perfecto.

Por supuesto que este tipo de corte también permite un correcto calce entre metales y madera, lo cual ayuda muchísimo a obtener una precisión superior.

LOS CAMBIOS.

Los cambios introducidos a la acción fueron cuatro a saber: la nuez del cerrojo, para la cual se adoptó un diseño europeo más moderno, el seguro, el largo del cerrojo, y las bases para las anillas de sujeción de la mira.

Fotografía. Detalles laterales de la acción, las bases, los sistemas de fijación de las anillas, y el cañón torneado con contorno hexagonal.

Éste seguro fue una modificación forzada, ya que el típico seguro de aleta no se adapta fácilmente a las miras telescópicas cuando están montadas en posiciones bajas. Él mismo es una copia del clásico seguro de Winchester de 3 posiciones,

Sin embargo, y éste es un dato histórico que los seguidores de Mauser sabrán apreciar, éste tan famoso seguro fue diseñado y fabricado por Paul Mauser, quien luego, y por razones desconocidas, lo abandonó a favor del seguro de aleta. De ésta forma puede decirse que los cambios introducidos continuaron dentro la línea clásica de Mauser.

También la reducción en el largo del cerrojo es copia de las acciones fabricadas por Máuser denominadas "small ring", de modo que podríamos decir que ésta acción es una 1909 ligeramente modificada.

Las bases para las anillas fueron maquinadas en la cara superior de ambos puentes de la acción como puede apreciarse en las fotografías adjuntas. Las anillas, en acero inoxidable, fueron realizadas por Talley, de South Carolina, también a partir de un solo block de acero sólido.

El cañón de 24 pulgadas es producto de Mike Rock en acero inoxidable 416 R, y fue Stuart Satterlee quien le dio el formato octogonal, rematándolo con una corona de competición que añade más precisión al arma. El gatillo, diseño de Ted Blackburn, puede ser regulado en la longitud de su recorrido y en la presión necesaria para dispararlo.

Finalmente la culata de líneas inglesas simples, sin los clásicos excesos de madera que agregan peso y restan sobriedad al arma, fue diseñada y tallada por Ed Dillon. Él mismo partió de un descarte de nogal turco, al cual por sus vetas poco decorativas recubrió de esmalte semejando al terminado de una culata sintética, hasta que la culata definitiva esté lista para colocar, lo cual será llevado a cabo al regreso del viaje inaugural realizado por Argentina.

Lamentablemente el tiempo para pruebas de polígono escaseó, ya que desde el aeropuerto de Ezeiza partimos directamente hacia La Pampa para una cacería de jabalí, motivo por el cual no he podido añadir las clásicas fotografías con resultados en blancos. Sin embargo los resultados de campo, que en definitiva es el único lugar donde importan para éste tipo de armas, fueron excelentes.

Debido al escaso peso del fusil, y al hecho de que no se deseaba agregar un freno de boca al mismo, el cartucho para la cual se recamaró el arma fue el 6,5 X 55 milímetros sueco, famoso por su precisión y penetración, y más que suficiente para la mayoría de la fauna del continente americano cuando es bien empleado.

LA PRUEBA DE CAMPO.

Dado lo temprano del período lunar en que nos encontrábamos cazando, solo podíamos aspirar a la presencia de animales jóvenes, que son los únicos que rondan los cebaderos durante las primeras horas de la noche,

por lo cual decidimos olvidarnos de los padrillos y dedicarnos a cazar "parrilleros" para proveer de carne al campamento.

Fotografía. Detalles de la corona de competición que remata al cañón.

Le pedí a Ed que disparara solamente a la cabeza, lo cual hizo en dos oportunidades en una noche, empleando para ello munición Oryx de punta blanda de Norma, de 156 grains, abatiendo dos animales en forma limpia y precisa. Ambos cayeron con la cabeza nítidamente perforada, a pesar de que estaba empleando una mira Leupold compacta de 4 aumentos con retículo fino y entrada de luz de 42 milímetros, no apta para uso nocturno, aunque constituya una excelente mira para la caza diurna de ciervos.

Estos tres hombres, Dillon, Schneider y Satterlee, forman parte de esa legión de experimentadores que pulula en los Estados Unidos, algunos de los cuales son responsables por más de un cartucho famoso (.35 Whelen, .243 Winchester, .280 Remington, .25-06, etc), y otros por muchos de los avances en materia de armas deportivas.

Son personas como ellos, las que con sus constantes desarrollos presionan a las grandes fábricas de armas y municiones a mejorar la calidad de sus productos y a innovarlos en forma constante.

EL PESO DEL ARMA.

Lo que Dillon, Schneider y Satterlee han logrado fue el objetivo de bajar sustancialmente el peso de un arma de fuego para caza mayor, sin perder por ello robustez, confiabilidad, precisión o belleza. El aporte será altamente apreciado.

Fotografía. La acción con la inscripción de Satterlee Armas, de South Dakota.

Aunque el cañón fue torneado por Satterlee con un contorno octogonal, que lo hace más pesado, y éste, las anillas y el gatillo no son de titanio (por el momento), ¡con mira incluida el arma pesa unas asombrosas 6 libras, o sea 2,718 kilogramos!

A de formarse una idea de lo que esto representa se puede tomar un arma bien conocida por nosotros, el Winchester modelo 70. El mismo sin anillas, mira telescópica, y portando un cañón cilíndrico, por lo tanto más fino y liviano que el del arma presentada, pesa 3,300 kilogramos (7,2 libras), y alrededor de cuatro kilos doscientos a cuatro quinientos (9,2 a 9,7 libras) sí se lo dota con anillas y mira similares y un cañón octogonal, lo cual representa entre un 72 y un 80% más de peso que el del arma de titanio, lo que puede considerarse como una notable reducción en el peso.

Sí esto no es suficiente también se lo puede comparar con el peso de un rifle a cerrojo calibre .22, el cual sin mira pesa 5,5 libras o aproximadamente 2,5 kilogramos. (por ejemplo el Savage Mark II G)

Con este peso, uno de los desafíos del futuro será el de poder recamarar éste arma para cartuchos de alto retroceso, lo cual seguramente se logrará empleando frenos de boca y culatas muy bien diseñadas, de tal manera de no arruinar la estética del arma.

El otro gran desafío consiste en lograr reducir los costos, ya que actualmente solamente los tres bloques de Titanio de los cuales se parte para la construcción de la acción cuestan 600 dólares. El excesivo tiempo de maquinado lleva el costo final de ésta solamente parte del arma a tres mil de los simpáticos billetes verdes, y el del fusil armado al doble de esa cifra. Sin embargo una vez que estas armas se comiencen a producir en masa se reducirá su costo, para luego ir bajando posteriormente en forma gradual. Sea como sea, y después de haber empleado el arma, aunque no extensivamente, créanme que valdrán su peso en oro, particularmente entre aquellos que gustan de caminar tras su presa.

por Daniel Stilmann