EL .45-70 REMINGTON PATRIA DE HUGO ROUNY.

La historia de éste viejo cartucho y el mecanismo de acción que lo hizo famoso, contada e ilustrada a través de la réplica de un Remington Rolling Block "Patria" fabricado por un armero argentino.. Texto y fotografías: Daniel Stilmann.

Detalles mostrando el extractor empujando sobre el reborde de la vaina, del mecanismo de cierre, el soporte de mira y de la mira ortóptica.

INTRODUCCIÓN.

El fusil Remington sistema Rolling Block pertenece a los últimos años de la pólvora negra y de las armas de un solo tiro, y tanto éste sistema, cómo uno de los tantos cartuchos con los que se lo recamaró, el .45-70, han tenido en la última década un reflorecimiento tan inesperado como notorio, al punto de fabricantes como Winchester, Remington, Ruger y Browning producen armas con diferentes mecanismos de acción y los cartuchos para ellas.

El .45-70 es quizá el único cartucho del mundo que presenta tres cargas diferentes para un mismo peso de puntas de caza, lo cual es un hecho curioso, que describiremos en detalle, y que además habla de sus virtudes y su capacidad de adaptación a los tiempos modernos a pesar de sus casi 160 años de antigüedad.

Del sistema rolling block hay mucho también para alabar, como lo atestigua el hecho de que los fabricantes antes mencionados hayan decido producirlo nuevamente, y, aunque no entraremos en detalles técnicos sobre éste sistema en ésta oportunidad, sí narraremos alguno hechos anecdóticos del mismo.

En cuanto al arma que presentamos en estas páginas, la misma fue construida casi en su totalidad por un armero argentino, lo cual es una grata nueva en estos tiempos. Por la calidad de la terminación de la misma, por su performance, por la historia del cartucho y el sistema, y por las anécdotas en la construcción de éste arma en particular, creemos que la historia de todos ellos merece ser narrada (e ilustrada).

DESCRIPCIÓN DEL ARMA QUE PRESENTAMOS.

Salvo los famosos dos tornillos y el cajón de mecanismos vacío, y por un pedazo de nogal muy argentino, el resto de las piezas del arma fueron diseñadas y construidas partiendo de cero. La misma pesa 3,950 kilogramos y su longitud es de 1.090 milímetros.

Una de las piezas más difíciles de trabajar fue la rabera inferior, que es la prolongación hacia atrás del cajón de mecanismo, utilizada para asegurar la culata a los metales. Fue preciso curvar la misma para que aceptase la curvatura inferior de la culata, que en lugar de ser recta cómo en los modelos originales presenta un pistolet.

EL ARMA PRESENTADA.

Nótese los dos tornillos de regulación de alza y deriva de la mira y el segrinado que presentan. Los dos tornillos pulidos en ambos extremos del cajón de mecanismos, eran, junto con éste último, las tres piezas originales de las cuales se partió. El tornillo Allen y los dos pernos fueron hechos a medida.

Todo el conjunto de la mira está sostenido por una base lateral fabricada en acero 1045, adosada a la cara izquierda del cajón de mecanismos, aprovechando la presencia de los dos pasantes para fijarla contra la cara izquierda.

El porta guión, su base y la anilla soporte que lo adosa al cañón están construidos a partir de una sola pieza, dándole una buena resistencia estructural. El guión, una pieza cilíndrica de 3 milímetros de diámetro, está torneado a partir de acrílico color ámbar, y se encuentra alojado dentro del cilindro porta guión que oficia como abrazadera del mismo, sujetándolo fuertemente.

EL CAÑÓN Y LA CULATA.

Detalles de la mira ortóptica vista desde el plano posterior. A la izquierda los tornillos de regulación para el alza (primer plano) y la deriva (por detrás).

EL CANÓN.

El mismo fue cortado y estriado por Héctor Cocchí (fabricante de cañones de la ciudad de Buenos Aires) a partir de acero SAE 4140, presentando un giro en 20 pulgadas (1:20) y 8 estrías dextrógiras, siendo su longitud de 26¼ pulgadas o 667 milímetros, calibre .458.

Las estrías tiene un alto de 0.11 de milímetro o 4 milésimas de pulgada, con un ancho de 2,2 milímetros.

El contour final del cañón fue obra de Rouny. El tercio proximal a la recámara (tercio posterior) es octogonal, mientras que los dos tercios anteriores son de forma cilindro cónica. El empavonado se realizó por el método alcalino. La corona del cañón es la típica militar, sin escalón.

¿Porqué se dotó éste arma con un cañón de 26 cuándo los rifles Remington presentaban un cañón de 30 pulgadas, mientras que las carabinas de caballería variaban entre las 22 y 24 pulgadas?

Simple. A partir de las 26 pulgadas, la ganancia promedio de velocidad por pulgada extra de cañón es de 19 pies por segundo, de manera que con 30 pulgadas una punta de 350 grains podría ser lanzada a 2.230 pies por segundo en lugar de a 2.150, lo cual no justifica por el peso que se añade al arma y en lo incómoda para maniobrar dentro de espacios cerrados en que la convierte.

LA CULATA.

La culata, de corte bávaro, resulta indudablemente práctica. La misma posee un culatín de goma alemán de marca Puma, y el conjunto ayuda bastante en materia de control de retroceso, aunque no se ajusta exactamente al estilo espartano de los viejos "Patria".

La culata ha sido diseñada y construida por Rouny, al igual que la chimaza (tipo Schnabel), en lugar de haber sido terminada en forma recta. Como las culatas de escopeta, pensadas para el tiro intuitivo, la misma presenta una torsión sobre su eje longitudinal, que aunque no es perceptible ayuda al encare rápido. Por supuesto que los chanchos no vuelan, pero sí corren, y rápido, y la idea de poder abatirlos a la carrera fue la que éste armero tubo en mente al momento de cortar y trabajar la madera.

La tapa del pistolet es de madera de Jacarandá (madera dura, obtenida de una de las vigas de soporte de la caja de carga de un camión), y se encuentra fijada a la culata mediante un tornillo torneado a partir de un hueso de animal, probablemente vacuno, hallado en las sierras de Córdoba. El conjunto está muy bien terminado, y el contraste de colores entre el nogal, el Jacarandá y el hueso resulta estéticamente muy agradable.

El acabado de las maderas fue dado al aceite y pasado a mano, sin haber sido necesario tener que recurrir al uso de tinturas para obtener la apariencia final. La culata no presenta ningún segrinado.

A propósito de ésta, a más de uno le llamará la atención la anécdota sobre la procedencia de la madera, como si no fuesen suficientemente exóticas las anécdotas sobre la procedencia de la tapa del pistolet y del tornillo que la sostiene.

La misma es de nogal, como corresponde, y con buenas vetas. Lo increíble de la historia es que la madera proviene de un árbol talado hace más de 20 años en ¡Villa Luzuriaga, a unas 30 cuadras de la General Paz !

Indudablemente Hugo es de esas personas que cree en aquello de "Made in Argentina" y no en lo importado, y que es capaz de probar con sus acciones y sus productos que nuestra materia prima y mano de obra son tan buenas como los de cualquier otro lugar en el mundo. ¿De que nogal turco me estaban hablando?

EL CARTUCHO .45-70. SU HISTORIA.

LOS RESULTADOS.

Con la primer recarga se logró la agrupación que aparece en el centro del blanco, de 1,2" a 50 metros. Los cartuchos que aparecen en la foto son Remington de 300 grains.

Recargado con puntas de plomo de 300 grains de peso, con una carga de 42 grains de pólvora nacional A 27 (carga suave de Jorge Prudencio, "el recargador"), disparado con apoyo y utilizando la mira ortóptica, la agrupación fue de 1,2 pulgadas a 50 metros.

La carga más alta de pólvora A 27 (Argentina) que se menciona para emplear con armas de construcción reciente (que pueden tolerar las presiones más altas) con puntas de 300 grains de peso es de 52 grains . Como es habitual, antes de alcanzar dicho límite es aconsejable reducir la carga en un 10% y partir desde allí, siempre y cuando el arma sea de moderna construcción y se encuentre en perfecto estado.

Con munición de fábrica la dispersión se redujo a menos de una pulgada, lo cual quiere decir que es necesario trabajar sobre la recarga, pues el arma debe de ser capaz de hacer blancos de ½ a ¾ de pulgada a esa distancia, lo que equivale de una a 1 ½ pulgada a 100 metros.

Los tres diferentes tipos de cargas para pólvoras importadas figuran en cualquier manual o programa de recarga, por lo cual no insumiremos espacio extra en repetir dicha información.

Dependiendo de la velocidad de la punta, sí el arma se gradúa a "cero" a 100 metros, la altura del impacto a 50 metros rondará entre los 2,5 y las 3,5 pulgadas, haciendo impacto a menos 3 a menos 7 pulgadas a los 150 metros, distancia que representa el límite al cual se puede disparar efectivamente.

Al momento de analizar la precisión del arma debe recordarse que la mira ortóptica, y el guión fabricado para ella fueron elementos pensados para cazar, por lo cual el orificio del plato de la mira es de un diámetro de 2 milímetros, superior al que tendría una mira de iguales características para tiro al blanco, restándole algo de precisión.

Lo mismo puede decirse de las dimensiones del guión, que mide 3 milímetros de diámetro, y que tampoco está diseñado para andar haciendo agujeritos en el papel sino para ser captado rápidamente, en condiciones de iluminación que nada tienen que ver con las de un polígono.

Sí a eso le sumamos que el gatillo no es apto para bench rest, ya que se le dio una tensión acorde a la de un arma de caza, las 1,2 pulgadas de dispersión pueden ser aceptadas dentro del rango de lo normal.

EL CARTUCHO.

¿Pero, porqué tomarse el trabajo de fabricar un viejo rolling block y no recamararlo en el calibre original que utilizó nuestro ejército, esto es el .43 Spanish? Los motivos para ello son eminentemente prácticos.

Ésta cartucho, o 11.15 x 58 R como se lo conoce en Europa, es un cartucho obsoleto, lo que hace difícil la adquisición de munición o de los componentes para recarga. Por éste motivo el calibre fue cambiado a .45 –70 Government, para el cual existen todo tipos de elementos de recarga y de munición comercial, y hasta se consiguen en el país vainas con fulminante Boxer de fabricación actual. Incluso creo que hasta se fabrican dies nacionales para éste cartucho.

El .45-70 fue el último cartucho de pólvora negra utilizado por el ejército de los EE.UU. El mismo se introdujo al mercado con el rifle Springfield modelo 1873, que era un rifle monotiro con una acción tipo trapdoor, muy diferente a la acción rolling block de los "Patria".

Presenta la clásica base ribeteada y el largo de la vaina es de 53,47 milímetros, esto es 4,6 milímetros más corta que la del .43 Sapanish (58 milímetros).

Por otro lado aventaja al .43 en el diámetro del calibre (11.63 contra 11.15 mm). En su momento el .45-70 se consideró como un cartucho muy potente, y rápidamente fue recamarado en rifles a palanca, diferentes monotiros e incluso posteriormente en sistemas de cerrojo como el del Máuser Siamés, y presentado con puntas de hasta 500 grains de peso, aunque la munición militar original vino provista con puntas de plomo de 405 grains.

El .45-70 tiene fama de eficiente, y la misma no es gratuita. Lo que lo hace efectivo no es evidentemente su velocidad o su alcance, pero sí su tremendo peso y la penetración que logra a expensas del mismo. En el papel su balística no es brillante, pero en el campo las cosas resultan muy diferentes.

Para darse una idea de la potencia de éste cartucho, baste decir que puede lanzar una punta de 350 grains a 2.150 pies por segundo. Esto lo logra con una carga considerada máxima, utilizada solamente en los Ruger Números 1 y 3 , los Browning modelos 1885 o los Máuser 98 modificados para éste cartucho. Además existe un carga denominada liviana para los .45-70 originales, y otra carga intermedia, para las armas a palanca como el Marlin 1895 de reciente fabricación, o los Winchester originales modelos 1886.

De manera que éste cartucho es el único en el mundo al cual se le conocen tres cargas diferentes para el mismo peso de puntas, habiendo sido ésta adaptación a sistemas de tan variadas presiones trabajo lo que dio origen a éste fenómeno de las diferentes cargas.

Por otro lado, y a modo de comparación, el .458 Winchester Mágnum alcanza con puntas del mismo peso los 2.600 pies por segundo, siendo esa diferencia de velocidades lo que hace éste último cartucho sea apto para los búfalos y elefantes, mientras que al .45 –70 en la actualidad sólo se lo considera como marginal para el búfalo.

Otra comparación que se puede realizar con un cartucho que tiene mayor empleo en presas resistentes y peligrosas, pero no del tamaño o la agresividad de las africanas, es con el eficaz .444 Marlin, que también con puntas de 350 grains sólo aventaja al venerable .45-70 (con sus cargas más poderosas) en cincuenta pies por segundo. Digamos entonces que para los ciervos y chanchos de nuestras tierras, el antiguo, y alguna vez considerado obsoleto .45 –70, aún marca la hora, con cualquiera de sus cargas.

Cartucho. Peso de Punta. Velocidad. Energía en boca.

.45-70 Government. 350 grains 2.150 p/s. 2.300 libras/pie.

.444 Marlin. 350 grains 2.200 p/s. 2.200 libras/pie.

.458 Winchester Mag. 350 grains 2.600 p/s. 5.400 libras/pie/

Con puntas de 300 a 350 grains es apto para toda la fauna argentina, siempre y cuando el affaire se mantenga hasta los 150 metros y que no se trate de los grandes búfalos. En éste caso se podría intentar emplearlo con las puntas más pesadas y contundentes que el cartucho acepta, como las de 400 grains lanzadas a 1900 a 2000 pies / segundo, o las de 500 a un poco menos (1.600 p/s), lo cual puede no ser una buena idea si no se tiene un buen back up. No hay que olvidar que estas armas son monotiros, y que a pesar de lucir el mismo calibre que el .458 WM, el desarrollo de energía no es similar.

Pero si se habla de cazar animales un poco más pequeños, aunque no por ello menos dañinos, digamos hasta osos marrones, dentro del monte, con ramas y arbustos que interfieren en la trayectoria del proyectil, y en ocasiones dónde los disparos son tomados a la corrida, o para la aguada, en las que las distancias de tiro raramente superan los 80 metros, el .45-70 resulta mucho más agradable de disparar que el .458 y difícil de superar.

EL CONSTRUCTOR DEL ARMA: HUGO ROUNY.

El armero y su arma.

Con puntas de 350 grains y una energía en la boca de 3.420 libras /pie, o de 1701 a las 200 yardas, excede a esa última distancia por 200 libras la marca necesaria para las presas de nuestro país, (exceptuando al búfalo).

Para estos pesos de puntas y velocidades dadas, graduado a "cero" a 100 yardas, la caída será de menos 9 pulgadas a las 200 yardas, trayectoria que necesariamente no convierte al cartucho en uno rasante, pero sí muy efectivo en manos hábiles y concientes de las limitaciones del mismo.

EL ARMERO.

Hugo Rouny es un técnico armero de la ciudad de Buenos Aires. A pesar de que su actividad cotidiana radica en la tornería industrial, en su tiempo libre se dedica a su pasión, la construcción de armas.

En su haber ya lleva unas cuantas fabricadas, entre ellas un pistolón calibre 28 con cierre tipo tabaquera, con el cual aprobó los trabajos prácticos para obtener su título de técnico armero (RENAR), una copia exacta de un Brno calibre .22, al que le mejoró el seguro y para el cual maquinó todas sus piezas, incluyendo el cerrojo, un monotiro calibre .30–30 de báscula, y el rolling block calibre .45-70 que hoy nos ocupa.

Partiendo de unos rezagos de un Remington Patria que tenía, consistentes en dos tornillos originales y el cajón de mecanismo, Hugo construyó un nuevo rolling block calibre .45-70, y salvo el cañón, que fue provisto por un armero de la zona, fabricó todas las piezas restantes del mecanismo, incluyendo el martillo, mecanismo de cierre, extractor, mira ortóptica, guión, culata y chimaza del arma. Además de lo mencionado, anillas, bases, soportes de miras, cerrojos, agujas percutoras, y hasta los tornillos, son o fueron diseñados y fabricados en su taller, ya sea para ésta arma en particular a para las otras de su producción.

HISTORIA DEL SISTEMA ROLLING BLOCK.

Detalles de terminación. Segrinado de la cola del martillo y el mecanismo de cierre.

Las piezas que Rouny no puede mecanizar por falta de aquella maquinaria que sólo posen las grandes fábricas de armas, son hechas a lima, con el consiguiente gasto en horas de trabajo, el que puede considerarse artesanal.

Hugo acepta trabajos de reconstrucción o de construcción de armas y partes a pedido. Se lo puede contactar en el + (54) 11 - 4652-5083 desde el exterior o el (011) - 4652-5083 desde Argentina.

EL SISTEMA ROLLING BLOCK. DATOS HISTÓRICOS Y DE INTERÉS.

Este sistema data de 1865, año en que fue lanzado al mercado. En nuestro país se lo denominó Sistema Remington 1866-1875 de Caballería, y fue utilizado por el Ejército hasta 189,1 cuando se lo sustituyó por el Máuser a cerrojo.

En uno de los tantos conatos de guerra con Chile, la Argentina se encontró con que poseía pocos de los fusiles Mauser recién adoptados, pero sí una gran cantidad de repuestos para los mismos, además de un stock completo de "Patrias".

Con el fin de obtener un mayor alcance efectivo, que solamente se podía lograr con el cartucho alemán, el Ejército adaptó a los Remington un cañón original 7,65 de los provistos por la fábrica Loewe (DWM), pudiéndose disparar con ellos sin que el cajón de mecanismos se resintiese. Esto demuestra que aún con la metalurgia aplicada a las armas de la década de 1860, pensada para soportar las presiones de la pólvora negra, el rolling block era capaz de resistir las presiones de trabajo que generaba para 1880 la nueva pólvora sin humo en cartuchos agolletados, lo cual no es poco decir.

Otro dato de interés es que el sistema rolling block fue utilizado durante la guerra franco prusiana y la última guerra que mantuvo el Vaticano en su historia, contra el estado Italiano. Al final de ambas contiendas muchos de esas armas fabricadas en Bélgica por el consorcio armero de Lieja, o por independientes como Francotte o Nagant, fueron adquiridas por diversas naciones Sudamericanas, entre ellas nuestro país.

La lista de naciones que emplearon el sistema Remington Rolling Block con diferentes cartuchos es larga, y además de los Estados Unidos figuran en la misma países como Suecia, Noruega, Dinamarca, Alemania, Italia, España, Luxemburgo, el Vaticano, Argentina y Uruguay.

por Daniel Stilmann