Se dice que el descubrimiento del fuego, la rueda y el arco, en ese orden, fueron los tres inventos más importantes en la historia de la humanidad.
El cartucho .270 WSM y su predecesor, el .270 Winchester.
Desconozco en que lugar del ranking figuran las armas de fuego y su correspondiente cartuchería, pero no hay duda de que influenciaron profundamente nuestra historia. Su aparición marcó nuestras vidas a sangre y fuego, alterando profundamente el destino del mundo, forjando y destruyendo imperios, imponiendo en ocasiones la paz y la justicia, y en otras haciendo exactamente lo contrario.
Aún hoy, cuando la pólvora y las armas personales ya no son la base del poder de las naciones, la investigación y el desarrollo en el campo de las armas de fuego y la balística continua a pasos acelerados, aunque buena parte de ésta nueva tecnología esté destinada al mercado civil, particularmente al de los cazadores y tiradores.
La década del 80 del siglo pasado estuvo signada por la aparición de proyectiles de caza, defensa y tiro con virtudes casi mágicas, impensables pocos años antes. Nombres cómo Barnes, Speer, Nosler, Swift y Sierra, todos ellos fabricantes independientes, y no asociados en sus comienzos a los grandes productores de municiones cómo Winchester, Remington, ó Norma, lograron imponer la calidad de sus productos entre los fabricantes a ambos lados del Atlántico. Hoy en día la munición confeccionada con estas puntas, denominada con todo derecho Premium, domina el mercado.
DESARROLLO.
Pero la industria armamentista, que depende en parte de la fiebre de consumo de los civiles, no puede detenerse. Una vez desarrollado un producto debe de buscar y explotar otro nuevo. Fue así cómo el peso final de un arma, y una mayor potencia de su cartucho surgieron cómo la nueva mina de oro a ser explotada.
Los cartuchos mágnum, ó Express, cómo se los conocía en el pasado, aparecieron en los primeros años del siglo XX, probablemente en la primera década. Utilizando esas rudimentarias pólvoras, estos cartuchos resultaban muy largos, con un retroceso vicioso, y por encima de todo solamente podían ser recamarados en armas muy costosas y pesadas, debido a la longitud de sus acciones.
Simplemente no podían ser accionados en mecanismos a cerrojo de largo standard, esto es, en aquellos que se fabricaban para uso militar, que eran los más económicos. Un rifle recamarado para un cartucho mágnum de aquellos años requería de acciones deportivas Máuser fabricadas por Obendorff, extra largas y muy costosas.
¿Cómo lograron los ingenieros de Winchester, casi un siglo después, construir un arma más liviana, aún utilizando un cartucho más potente, que por lo general requiere de una vaina de mayor volumen para acomodar la carga de pólvora? Considerando que un cartucho más largo significa una acción también más larga, y por ende menos rígida y precisa, su solución ha sido original.
Los intentos por solucionar estos dos problemas, lograr una mayor energía sin aumentar el peso del arma, fueron muchos y variados.
En los años 90 del siglo pasado la mejor solución pareció ser la siguiente; aumentar la capacidad volumétrica de la vaina dándole un mayor diámetro, al mismo tiempo que se acortaba el largo total de la misma. Esto permitió finalmente recamarar fusiles con cartuchos de mayor poder utilizando acciones más cortas, livianas y económicas. Ésta fue la filosofía de ventas sobre la cual la industria de las armas justificó la aparición de los Short Mágnum (S.M).
La vaina del .270 WSM (izquierda), es 2,6 milímetros más ancha que la del clásico .270 Winchester.
La solución consistió en partir de la gruesa vaina de .404 Jeffery, sin cinturón. Esto último suaviza el proceso de alimentación de los cartuchos desde el almacén hasta la recamara. Luego la vaina fue acortada a la longitud aproximada del .308 Winchester, agolletando el cuello para aceptar una punta de calibre .300. E voilà, así nació el primer Winchester Short mágnum a fines de los 90, el famoso .300 WSM, que fuera seguido por los 7 milímetros WSM y el .270 WSM, que analizaremos ahora.
EL CARTUCHO DEL .270 WSM.
Por su corta columna de fuego, éste cartucho es muy eficiente desde el punto de vista de encendido y quemado de la pólvora, dando una ignición rápida y muy pareja. La reducida longitud de la vaina permite utilizarlo en acciones ultra cortas, que resultan más livianas y rígidas, favoreciendo esto último la precisión.
Sí ésta nueva fiebre por munición súper poderosa está ó no está justificada, es algo que trataremos de dilucidar en éste espacio, y Ud. será parte del jurado que dicte la sentencia final. Pero para poder juzgar correctamente ésta nueva cartuchería es necesario preguntarse primero cuales son las ventajas y desventajas que ofrecen estos pequeños Goliat al cazador.
Mayor potencia, menor peso final del arma, más precisión y por último, un tiempo menor para reciclar la munición en el arma son las ventajas enumeradas por los fabricantes.
Basado en su antecesor, el .300 WSM, el cartucho del .270 WSM difiere del primero solamente en el diámetro interno del cuello (.270 contra .308 de pulgada), adaptado para recibir una punta de ese calibre. Incluso mantiene las restantes medidas de la vaina del .300 WSM, la longitud total del cartucho cargado, y el mismo ángulo del hombro medido en grados. Como todos estos cartuchos modernos, el .270 WSM trabaja con presiones elevadas, en el orden de los 65.000 p.s.i., dentro de los parámetros aceptados por SAAMI.
Comparación de medidas entre las vainas del .308 Winchester y el.270 WSM.
Cartucho. Longitud de la vaina. Diámetro de la vaina.
.308 Win. 2.014" ó 51.15 milímetros. 0.470" ó 11.94 milímetros.
.270 WSM. 2.102 " ó 53.39 milímetros. 0.552" ó 14.02 milímetros.
¿Qué podemos decir de las otras ventajas anunciadas (y desventajas calladas) por los ingenieros de Winchester con respecto a éste cartucho?
En lo que se refiere a la reducción del peso final del arma que se logra empleando estas acciones cortas, recuerde que por su carga de pólvora estos cartuchos requieren de cañones de 24 pulgadas de longitud para lograr una combustión total y obtener así un rendimiento adecuado, resultando los cañones dos pulgadas más largos que aquellos que se utilizan para los cartuchos comunes. El ahorro en el peso final se diluye en parte por el peso que aportan esas dos pulgadas extra de cañón.
Es cierto que la precisión mejora por efecto de su corta acción, pero no tanto cómo se puede pensar. Cualquier rifle de caza fabricado de las últimas décadas es capaz de alcanzar una dispersión de una pulgada a una pulgada y media a 100 yardas (25,4 a 38,1 milímetros a 94 metros), lo cual se considera normal. Quizá los WSM puedan reducir esa dispersión en un 10 a 15 %, pero no más, y eso para un rifle de caza no es representativo ni importante, particularmente en aquellos calibres utilizados en caza mayor sobre presas con un área vital de hasta 25 centímetros de diámetro.
Por último debemos referirnos a las décimas (ó centésimas de segundo) que quizá se ganen al accionar una acción corta durante el reciclado de la munición.
Ésta minúscula fracción de tiempo talvez resulte de alguna utilidad cuando se enfrenta un animal peligroso con intenciones aviesas, pero francamente, ¿Ud. considera que un proyectil de calibre .270, ya sea WSM ó Weatherby mágnum es la medicina adecuada para esas circunstancias?
Creo que no. Éste cartucho ha sido diseñado para disparos de hasta 400 metros sobre animales no peligrosos y de piel blanda que se encuentren pastando, y no para tiros desesperados a boca de jarro sobre cientos de kilogramos de cuero, músculos y huesos, armados con garras, colmillos y cuernos, y para colmo de mal humor. Otro cantar sería un .458 Short mágnum, pero desconozco cuál sería la ventaja de reducir el peso de un arma recamarada para un cartucho con ese tipo retroceso.
Así .270 SWM resulta ideal para situaciones de montaña o de llanura limpia, para ser empleado sobre animales de piel fina decididamente amistosos, de no más de 200 kilogramos, y teniendo cuidado al escoger las puntas con las cuales se lo carga. A cortas distancias (montería), y por sus altas velocidades, el empleo del .270 SWM puede resultar contraproducente, ya que de no ser empleado con puntas duras de expansión controlada, a velocidades más modestas de las que el cartucho puede desarrollar holgadamente, probablemente todo termine en una herida banal y una presa más que logró huir con un buen susto y una fea, pero raramente mortal, herida superficial.
Inicialmente el cartucho se ofrece en solo tres pesos de puntas: 130 grains Ballistic Silvertip, con una velocidad en boca de 3.275 p/s, 140 grains Fail Safe lanzadas a 3.125 p/s y la de 150 grains Power Point, con una velocidad en boca de 3.150 p/s.
El pequeño cartucho, dotado con una punta Sirocco resultó extremadamente eficiente ante una presa de 200 kilogramos.
Se dice que el .270 SWM cargado con puntas de 130 grains posee la misma trayectoria que el .300 Remington Ultra mágnum con puntas de 180 grains (pero no la misma energía), y con un retroceso mucho más moderado, lo cual es toda una alabanza en cuanto a trayectoria, aunque no concuerdo con la segunda parte del estamento.
Para poder determinar cuales son las ventajas de éste cartucho procederemos a compararlo con otro de igual calibre, su predecesor, el .270 Winchester, que data de 1925.
Cuadro I. Comparación entre el .270 Winchester y el .270 WSM.
Cartucho Peso de punta Velocidad inicial Energía Inicial % de Ganancia.
.270 Win. 130 grains 3.050 p/s. 2.686 libras / pie
.270 W.S.M. 130 grains 3.275 p/s 3.097 libras / pie 15%
Cuadro II. Velocidades obtenidas con puntas de 150 grains.
Cartucho 0 yardas. 100 yardas. 200 yardas. 300 yardas. 400 yardas.
.270 Win. 2.850 p/s. 2.650 p/s. 2.460 p/s. 2.280 p/s. 2.110 p/s.
.270 WSM. 3.150 p/s. 2.870 p/s. 2.600 p/s. 2.300 p/s. 2.115 p/s.
.300 WSM. 3.300 p/s. 3.0961 p/s. 2.834 p/s. 2.619 p/s. 2.414 p/s.
Ésta ganancia de velocidad representa una mejora del 14% sobre la curva de vuelo del .270 Winchester a 282 metros, esto es 50 centímetros de caída para éste último, contra los 43 centímetros del .270 WSM. Estamos hablando entonces de una ganancia de 7 centímetros en 300 metros, lo cual en un campeonato de salto en alto podría significar la diferencia entre la medalla de oro y la de la plata, pero en caza mayor no impresiona mucho a nadie.
La tabla anterior compara las velocidades de estos tres cartuchos utilizando la misma punta de150 grains. Todo lo que haga el .270 WSM lo hace, y con creces, un cartucho 60 años más antiguo, el .270 Weatherby mágnum, aunque justo es reconocer que estas armas son más costosas que las que ofrece Winchester para su .270 WSM, y que los cartuchos de Weatherby no se consiguen en cualquier armería a la vuelta de la esquina.
Cuadro III. Energía desarrollada con puntas de 150 grains.
Cartucho 0 yardas. 100 yardas. 200 yardas. 300 yardas. 400 yardas.
.270 Win. 2.705 l/p. 2.345 l/p. 2.020 l/p. 1.735 l/p. 1.480 l/p.
.270 WSM. 3.305 l/p. 2.735 l/p. 2.225 l/p. 1.840 l/p. 1.490 l/p.
.300 WSM. 3.630 l/p. 3.120 l/p. 2.675 l/p. 2.285 l/p. 1.940 l/p.
Considerando que la energía mínima adecuada al momento del impacto para la caza de animales de piel blanda es de 1.500 libras / pie, en manos muy hábiles los tres cartuchos son aptos para caza mayor hasta las 400 yardas, ó 376 metros.
¿Cuál es el costo a pagar por estos beneficios? Un mayor retroceso (que ex profeso no fue mencionado entre las desventajas enumeradas), que invariablemente afecta la precisión (ganada con esas acciones más cortas), una munición decididamente más costosa y difícil de adquirir y una reducción en la capacidad de almacenamiento.
Por el momento sólo Browning y Winchester (USRAC) ofrecen armas recamaradas para éste cartucho en varios modelos de rifles con acciones cortas, cómo el de las fotografías adjuntas.
Éste modelo presenta la clásica acción Winchester 70 de dimensiones compactas para recamarar el nuevo cartucho, a la cual se le roscó un canon de 24 pulgadas de longitud
en acero inoxidable, de contorno y peso deportivo.
El clásico rifle modelo 70 sintético de Winchester recamarado para el .270 WSM.
Posee el clásico disparador regulable que ha hecho famoso la Winchester, como así también el seguro de aleta de tres posiciones. La culata está construida en material sintético no refractante de color negro, el cual resulta sumamente estable a la humedad, pero no así a calores extremos, que pueden afectarla. Además presenta una cantonera que amortigua el retroceso y dos anclajes para la colocación de una correa de transporte.
Durante la sesión previa a la cacería destinada a comprobar que el arma no había sufrido cambios en su regulación durante el transporte, disparando sentado y con apoyo a un blanco distante a 100 metros, la agrupación obtenida fue excelente, pero no bajó de la pulgada.
El disparo sobre el trofeo se realizó con el animal tranquilo, de frente, desde un apostadero a 120 metros de distancia. El proyectil Sirocco de 130 grains penetró por la región anterior del cuello, produciendo el deceso en forma fulminante por fractura de la columna cervical. En ese momento, y bajo esas condiciones que pueden ser consideradas cómo ideales, el cartucho también impresionó favorablemente por su potencia y precisión, aunque la distancia no era grande, el animal no estaba inquieto, ni el disparo era particularmente difícil.
Bien, estos son los números juntos a algunos pocos hechos y reflexiones, ya que por ser un cartucho recién salido al ruedo aún no existe mucha experiencia con él mismo.
La pregunta es, ¿vale la pena el cambio? Basado en ésta corta presentación, y tal cómo le prometiese, tendrá Ud. que convertirse en miembro del jurado, y ser el ángel ó verdugo de éste chico nuevo en la cuadra. Pero la verdad es que, al igual que con todos los otros cartuchos del mundo, sólo el tiempo podrá darnos el veredicto final.